lunes, 14 de noviembre de 2016

Endurance Challenge y Corralco 2016

Para cambiar un poco de ámbito, este año participé en 2 interesantes carreras de trail running. Una nueva modalidad que a llevado las carreras a la montaña, y claramente Chile tiene mucho que ofrecer gracias por su escarpada geografía. Hay muchas diferencias con correr sobre asfalto, pero principalmente se puede destacar el desnivel. Esto es lo que hace una carrera o una distancia más difícil que otra. También el clima y la geografía del lugar influyen mucho, pero físicamente a mi parecer lo hace el desnivel.

Endurance Challenge

La primera se realizó en Santiago ( 😒 ), el pasado 15 de octubre en San Carlos de Apoquindo. Yo ya había participado los últimos 2 años en esta competencia, en 21k y 50k respectivamente, por lo que este año quise repetirme el plato con 50k. Según yo estaba bien entrenado, hartas salidas a montaña, un poco de gym, pero me estaba faltando correr en cerro. No importa, igual me sentía bien.

Nos organizamos con unos amigos del club Puerto Montt Runners y partimos juntos a Santiago. Algunos corrían 10k y otros 21k. Nos alimentamos bien el día antes de la carrera, una buena pizza y por la noche unos fideos exquisitos (para paladares poco exigentes). También durante el retiro del kit, aprovechamos de visitar algunas tiendas de montaña para adquirir esos famosos geles y una que otra prenda (las chicas). Por la noche, descanso y a las 4 am ya me encontraba en pié.

Ya en San Carlos, con un poco de frío, la carrera comenzó a oscuras. A las 6 am se dió la partida, cerca de 400 corredores salimos juntos para un nuevo desafío. El sendero en general es bien bueno, marcado y parejo. Pasa por un parque que lleva al cerro Provincia, algo que en su tiempo era conocido para mi. También ocupa algunos caminos vehiculares y vuelve al estadio de la UC. La verdad, el paisaje no me agrada mucho, pero el desafió vale la pena.

El desnivel este año era más fuerte que el del año pasado, al menos en 50k, con 2765 metros en total. La verdad no recordaba el del año pasado. Pero hubo un momento en que me acordé muy bien dónde iba y había una subida que el año pasado no estaba. Eso fue justo antes del kilómetro 30, donde se encontraba un punto de control y alimentación. Pasado ese tramo pude comer (una hamburguesa!) y también darme un pequeño masaje que me ayudó en los próximos 15 km. Luego de eso quedaba la parte final y algo agotado, ya sabía que no quedaba nada, solo una bajada que eran los últimos 5 km. Cuento corto, me comenzó un dolor en la banda iliotibial, por lo que tuve que bajar cojeando.

Al final, 8:30 hrs para terminar la carrera, 40 minutos más que el año pasado, pero estaba satisfecho. Lo que claramente me importaba era terminarla, volver a desafiarme y probar que se puede hacer una especie de "locura". En la meta, mis amigos de Puerto Runners, la Nico, el Feña, la Pacita y la Karla me esperaban con muchos gritos y comida 😃. Luego de elongar y tomar otro masaje nos fuimos justo cuando comenzaba la lluvia en Santiago. Su buena comida Peruana y ya estabamos recuperados en la noche (ese es otro cuento).
Hidratación previa
Llegando a la meta con una sonrisa

Recuperando


Siempre hay buenos momentos para sonreir

Corralco Challenge

Un mes después ya me tocaba el nuevo desafío, 70 km en la 9º región. Exactamente en Corralco, un centro de esquí ubicado a los pies del volcán Lonquimay. Es la segunda versión de esta carrera, lo que igual me producía ciertas dudas, pero estaba inscrito hace más de 6 meses, por lo cuál no tenía opción de dar vuelta a tras. Además, siempre había escuchado que los paisajes eran maravillosos y eso era motivación extra.

Después de los 50k, me había quedado claro que aguantaba carreras largas, pero que mi debilidad estaba en los desniveles, por lo que con 3 semanas iba a concentrar mi entrenamiento en eso. Cuestas, cuestas y más cuestas. Obviamente la última semana fue de descanso, pero la anterior sumé varios kilómetros y harto desnivel.

Nuevamente con los Puerto Runners nos organizamos, arrendamos una cabaña en Malalcahuello y partimos el viernes temprano rumbo a la Araucanía. Hicimos una parada en Temuco, en la casa de la Nico y nos alimentamos con una tremenda lasagna hecha por su madre. Hasta una siesta tomé. Llegamos a eso de las 19:30 a Corralco a retirar nuestro kit y en una hora ya estábamos en nuestra cabaña.

Luego de ordenar mis cosas, tenía que levantarme nuevamente a las 4 am, nos pusimos todos a cenar y conversar un poco. Habían muchos nervios por parte de todos, yo no lo demostraba, pero al ver tan pocos corredores inscritos en los 70 k, pensaba lo dura que iba a estar la prueba. Traté de dormir temprano, y me desperté varias veces durante la noche, pero ahí estaba en pié a las 4:20 am. Me tomé unos mates, comí arroz, un yogurt, escuché Pink Floyd, me vestí y el Feña me fue a dejar a eso de las 5:10 am.

Estaba amaneciendo y partimos a las 6:05 am, los cerca de 70 corredores. Para variar no conocía a nadie y todos se veían muy pro para mi 😏. Subimos una cuesta bien dura, que fue una especie de calentamiento y luego nos fuimos por un filo muy bello hacia el Este del volcán, justo cuando amanecía. Una caída justo ante del 2º pas, me hizo ver el terreno bien de cerca hehehe. Los próximos 15 kilómetros fueron quizás los mejores, trotando entre araucarias, en una mañana cálida, pasando por vestigios una antigua explosión del volcán y entre medio del Lonquimay y el Tolhuaca. En ritmo iba super bien, no muy cansado, pero siempre guardando mis energías.

Ya en el 3º pas, a eso de las 9 am y en el km 22, comenzaba el calor y se venía un tramo de bajada y plano muy buenos. Fue el momento en donde me saqué la polera y comencé a trotar tomando sol (mala decisión porque aún estoy rojeando). Se suponía que llegaba un pas en el kilómetro 32, pero finalmente estuvo en el 41, por lo que ese tramo se hizo muy largo. Suerte que habían muchos ríos. Punto bajo de la organización.

Después del km 45 empezó lo realmente bueno, ya las piernas no respondían lo mismo y se venía un tramo de subida sostenida por cerca de 20 kilómetros. Fue ahí cuando me día cuenta, que estaba bien, pero agotado muscularmente. Me encontré con otro corredor, con el cual después de unas conversas, decidimos llegar juntos a la meta e ir dándonos apoyo. Es algo que se da en estas carreras largas, no así en una marathon. Lastima que Cristobal iba algo lesionado, pero con una mente muy fuerte nunca se rendía. En los últimos 10 km pudo tomar un ibuprofeno y luego de unos minutos pudo trotar, incluso más que yo. Nos alimentamos bien en los 2 últimos pas que quedaban y luego de 11 horas llegamos a la meta. Obviamente llegamos trotando y con una sonrisa de oreja a oreja.

En resumen, ha sido mi mayor distancia, en un terreno que me acomoda mucho y donde me día cuenta que 11 horas no son nada. PERO falta mucho entrenamiento, muchos hacen más de 100 km semanales, por lo que la vara queda muy alta. Ya sé a lo que tengo que apuntar si quiero mejorar tiempos. La distancia está bien, más sería destruirme mucho.
El team en Corralco

Noche previa


Llegando a la meta!
Creo que escribiré más, pero hoy no quiero. Ha habido harta montaña este año, Perú, Volcanes, Roca, y los desafíos en Patagonia. La motivación se mantiene y eso es lo importante.



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