miércoles, 15 de febrero de 2017

Aprendiendo en El Chaltén

Nos fuimos a el Chálten nuevamente. Un año esperando por este viaje con Luis y teníamos todo bien planificado para llegar. Las condiciones el año pasado habían sido especialmente buenas, diciembre y enero. Por lo que este año habíamos decidido ir en diciembre. Los pasajes quedaron para el 16 y volveríamos a principios de enero. Un amigo norteamericano se nos uniría y por eso Luis iba a estar una semana adicional.

Escaladas en el Chaltén
Primera parada en Natales y nos damos cuenta que no ha habido buen tiempo, pero con confianza seguimos viaje a Calafate y luego a nuestro destino final. Llegamos después de 2 días de haber llegado a Punta Arenas, y una pequeña lluvia nos recibe. Nuestro hogar por esas semanas sería el campamento el Refugio.
El dueño, Domingo, es un gaucho que tiene un cariño especial por los chilenos. Se dice por ahí, que admitió haber nacido en Chile (pero en esos tiempos, era todo uno solo). Ya hace 3 años atrás lo habíamos conocido y al parecer se acordaba de nosotros. 
Al llegar nos encontramos con un chileno muy conocido en el mundo de la escalada, Abraham Navia, que andaba junto a su hijo Martín. Dentro de todos los argentinos, teníamos nuestra propia comunidad chilena. 
Ambos teníamos ganas de salir a cordón del Fitz Roy a la primera ventana que apareciera. Eso fue lo que hicimos un día después que nevara, 20 de enero. Fuimos a la laguna Sucia, siguiendo el sendero al Fitz Roy y pasado el campamento Poicenot, tomamos un camino a la izquierda bordeando un río. 
Al llegar a nuestro vivac, nos encontramos con que la ruta (en la Aguja de L'S) que queríamos hacer se encontrada tapada con nieve, pero esperamos al otro día. Al despertar, las condiciones seguían siendo las mismas por lo que bajamos al pueblo.
Al bajar al camping, nos encontramos con un alemán que había vivido en Valparaíso. Lo acogimos como uno más de nosotros con Luis. Incluso lo llevamos a escalar. Con Luis aprovechábamos de escalar en cualquier lugar mientras esperábamos otra nueva ventana. 

Se aproximaba Navidad y parece que la ventana comenzaba el mismo 25. Por lo que estábamos listos para partir. Aunque, antes de seguir, navidad fue un momento especial. Lo pasamos en el campamento con toda la comunidad, unos 15 argentinos, familias completas incluso, un par de escaladores polacos y algunos otros. Otro chileno se había unido a nuestra comunidad, Illia. También invitamos a una amiga brasileña que andaba sola en el pueblo. Se preparó una cena comunitaria y todos aportamos con algo. Llegando las 12 empezó la celebración y fue un evento muuuy bueno.

Día siguiente, teníamos el mismo cerro en mente, salvo que ahora iríamos por otro lado. Borderiamos la laguna Torre, cruzaríamos el glaciar del Torre y llegaríamos al campamento Niponino. Esto nos tomaría unas 7 horas. Por lo cual, no salimos tan temprano. Antes de partir, habló con amigos en Chile y me entero del terremoto en Chiloé (sismo para los chilenos).
Llegamos pasados las 10pm a nuestro campamento, que no fue Niponino, puesto que la noche no nos dejó encontrar el lugar correcto. El día había estado perfecto, al igual que los anteriores. La madrugada siguiente, el viento se sentía. 
Luis rumbo a Niponino
Salimos rumbo a la aguja a eso de las 7am, luchando con un viento que aumentaba a cada rato. Después de una hora llegamos a Niponino. El nombre lo lleva por que es "Ni Polacos Ni Noruegos", que serían otros 2 campamentos en el lugar. Esperando que el viento cesara, estuvimos 2 horas y fue todo lo contrario. El viento había aumentado y era difícil estar de pié. Decidimos volver. Antes de eso ya habíamos visto una cordada retornar, los polacos supimos después.

Camino a Niponino
El camino de vuelta fue difícil, estamos cansados del día anterior y el clima tampoco era el ideal. Llegamos a el Chaltén y pudimos descansar. Ese día había llegado nuestro amigo norteamericano, Mike Bowyer.
Mike en uno de los largos de esa ruta nn
A mi me quedaban pocos días, por lo que otro intento por mi parte era poco probable. Pero queríamos escalar y con Luis ya teníamos la ruta en mente. Una ruta que tenía unos largos de tradicional en la pared frente a el Chaltén. No sabíamos la dificultad, ni el número de largos, ni el nombre de la ruta. Jamás preguntamos 😅

Junto a Mike en la reunión en algún largo

Al final hicimos 7 largos, 2 en tradicional, con dificultades de 6b/+. Fue una muy buena escalada, que disfrutamos en todo momento. Gran cordada que seguro se volverá a encontrar, en algún lugar del mundo.

Luego de eso volví a Puerto Natales, para pasar mis últimos días con amigos, también pasé año nuevo moviendome por todos los lugares posibles. Al otro día, fue donde mi prima a Punta Arenas y el 2 de enero ya me encontraba de vuelta en Puerto Montt. Y bueno, ahora estoy en Sydney!

viernes, 16 de diciembre de 2016

Coyhaique 2016

Nuevamente a Coyhaique a escalar. Esta vez cambiamos la fecha y nos fuimos en primavera (el invierno está muy malo). Hace unos meses atrás compramos unos pasajes bien baratos junto a Dieder y Vale. La idea era aprovechar 4 días a finales de noviembre en Coyhaique y escalar si el clima acompañaba. Un poco antes de partir, la Pilar se nos une. Así qué nos vamos los 4, número preciso para moverse.

Los planes siempre fueron bien inciertos, pero estábamos seguro que nos iría bien. La gente  y en especial los escaladores en Coyhaique tienen una vibra muy buena.

Vamos a tratar de resumir un poco el cuento:


  • El primer día, nos bajamos del transfer en la CCU y comenzamos a subir en dirección al cerro Mackay. Escalamos un par de rutas deportivas y luego con la Pilar una ruta de 4 largos bien fácil (5.8). Por otra parte, Dieder y Vale se fueron a una ruta al lado de nosotros y escalaron una ruta de 5 largos. Por tiempo y hambre, bajamos a la ciudad a el Mamma Gaucha por unas pizzas y cervezas a la vena. Hay mucho para disfrutar
Rapeleando en el Mackay
  • Segundo día nos juntamos con un viejo conocido, Pablo Cid y quedamos en ir al Salto Chico. Por un error, Dieder y Vale partieron a otro sector junto a un escalador primo de un amigo (no amigo de un amigo), el Luis, y pasaron el día en Villa Jara. Llegamos al Salto y un paraíso de la escalada tradicional de monolargos. Le dimos a un par de rutas y muy lindas fisuras. También por hambre bajamos, más temprano incluso.
    • Ese mismo día nos fuimos a quedar a la casa de Pablo, los 4. Nos había contado de una pared detrás de su casa, equipada con 3 rutas deportivas. Después de hacer un Pie de Limón, nos fuimos a probarlas a las 11:00 PM. Escalamos 2 bellos 5.11a alumbrando con nuestras frontales y tomando algunas fotografías. Bella escalada, de noche y muy tranquilos.
  • Tercer día, íbamos a Muralla China. Esperamos a que llegara nuestro amigo Luis, que se demoró su buen resto. La Pilar nos dejó ese día. También apareció un antiguo amigo, el Jorge del Real. Por lo que nos fuimos todos los monos a la famosa muralla. Allá iba a estar un buen amigo patagónico, paisano de aquellos, Franco Cayupi. Tiempo sin vernos, pero risas por montones. Con un poco de viento patagón, probamos varias rutas, lo que el corto tiempo nos dejó. INCREIBLE. Como para estar varios días.
Dieder probando la primera ruta

Luis dandole a Bombilla de Gaucho (5.11a)
  • Ya era el día de volver a casa, pero seguíamos motivados. Nos fuimos a Villa Jara, el sector que yo no había conocido. Rutas bien largas, con pasos marcados y en general buenos agarres. Probamos 2 rutazas y nos fuimos a tomar el transfer. Buen lugar con harto potencial y rutas de sobre los 20 metros. Resistencia pura.
Al Amish (5.11a)

Definitivamente, Coyhaique nunca deja de sorprender. Muchos lugares, cerca de la ciudad y accesibles incluso sin tener auto. Potencial increíble para seguir creciendo en la escalada deportiva y tradicional. Montañismo por montones...

Información muy útil sobre lugares de escalada se encuentra en http://www.alianzatraining.cl/zonas-de-escalada-en-aysen/.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Endurance Challenge y Corralco 2016

Para cambiar un poco de ámbito, este año participé en 2 interesantes carreras de trail running. Una nueva modalidad que a llevado las carreras a la montaña, y claramente Chile tiene mucho que ofrecer gracias por su escarpada geografía. Hay muchas diferencias con correr sobre asfalto, pero principalmente se puede destacar el desnivel. Esto es lo que hace una carrera o una distancia más difícil que otra. También el clima y la geografía del lugar influyen mucho, pero físicamente a mi parecer lo hace el desnivel.

Endurance Challenge

La primera se realizó en Santiago ( 😒 ), el pasado 15 de octubre en San Carlos de Apoquindo. Yo ya había participado los últimos 2 años en esta competencia, en 21k y 50k respectivamente, por lo que este año quise repetirme el plato con 50k. Según yo estaba bien entrenado, hartas salidas a montaña, un poco de gym, pero me estaba faltando correr en cerro. No importa, igual me sentía bien.

Nos organizamos con unos amigos del club Puerto Montt Runners y partimos juntos a Santiago. Algunos corrían 10k y otros 21k. Nos alimentamos bien el día antes de la carrera, una buena pizza y por la noche unos fideos exquisitos (para paladares poco exigentes). También durante el retiro del kit, aprovechamos de visitar algunas tiendas de montaña para adquirir esos famosos geles y una que otra prenda (las chicas). Por la noche, descanso y a las 4 am ya me encontraba en pié.

Ya en San Carlos, con un poco de frío, la carrera comenzó a oscuras. A las 6 am se dió la partida, cerca de 400 corredores salimos juntos para un nuevo desafío. El sendero en general es bien bueno, marcado y parejo. Pasa por un parque que lleva al cerro Provincia, algo que en su tiempo era conocido para mi. También ocupa algunos caminos vehiculares y vuelve al estadio de la UC. La verdad, el paisaje no me agrada mucho, pero el desafió vale la pena.

El desnivel este año era más fuerte que el del año pasado, al menos en 50k, con 2765 metros en total. La verdad no recordaba el del año pasado. Pero hubo un momento en que me acordé muy bien dónde iba y había una subida que el año pasado no estaba. Eso fue justo antes del kilómetro 30, donde se encontraba un punto de control y alimentación. Pasado ese tramo pude comer (una hamburguesa!) y también darme un pequeño masaje que me ayudó en los próximos 15 km. Luego de eso quedaba la parte final y algo agotado, ya sabía que no quedaba nada, solo una bajada que eran los últimos 5 km. Cuento corto, me comenzó un dolor en la banda iliotibial, por lo que tuve que bajar cojeando.

Al final, 8:30 hrs para terminar la carrera, 40 minutos más que el año pasado, pero estaba satisfecho. Lo que claramente me importaba era terminarla, volver a desafiarme y probar que se puede hacer una especie de "locura". En la meta, mis amigos de Puerto Runners, la Nico, el Feña, la Pacita y la Karla me esperaban con muchos gritos y comida 😃. Luego de elongar y tomar otro masaje nos fuimos justo cuando comenzaba la lluvia en Santiago. Su buena comida Peruana y ya estabamos recuperados en la noche (ese es otro cuento).
Hidratación previa
Llegando a la meta con una sonrisa

Recuperando


Siempre hay buenos momentos para sonreir

Corralco Challenge

Un mes después ya me tocaba el nuevo desafío, 70 km en la 9º región. Exactamente en Corralco, un centro de esquí ubicado a los pies del volcán Lonquimay. Es la segunda versión de esta carrera, lo que igual me producía ciertas dudas, pero estaba inscrito hace más de 6 meses, por lo cuál no tenía opción de dar vuelta a tras. Además, siempre había escuchado que los paisajes eran maravillosos y eso era motivación extra.

Después de los 50k, me había quedado claro que aguantaba carreras largas, pero que mi debilidad estaba en los desniveles, por lo que con 3 semanas iba a concentrar mi entrenamiento en eso. Cuestas, cuestas y más cuestas. Obviamente la última semana fue de descanso, pero la anterior sumé varios kilómetros y harto desnivel.

Nuevamente con los Puerto Runners nos organizamos, arrendamos una cabaña en Malalcahuello y partimos el viernes temprano rumbo a la Araucanía. Hicimos una parada en Temuco, en la casa de la Nico y nos alimentamos con una tremenda lasagna hecha por su madre. Hasta una siesta tomé. Llegamos a eso de las 19:30 a Corralco a retirar nuestro kit y en una hora ya estábamos en nuestra cabaña.

Luego de ordenar mis cosas, tenía que levantarme nuevamente a las 4 am, nos pusimos todos a cenar y conversar un poco. Habían muchos nervios por parte de todos, yo no lo demostraba, pero al ver tan pocos corredores inscritos en los 70 k, pensaba lo dura que iba a estar la prueba. Traté de dormir temprano, y me desperté varias veces durante la noche, pero ahí estaba en pié a las 4:20 am. Me tomé unos mates, comí arroz, un yogurt, escuché Pink Floyd, me vestí y el Feña me fue a dejar a eso de las 5:10 am.

Estaba amaneciendo y partimos a las 6:05 am, los cerca de 70 corredores. Para variar no conocía a nadie y todos se veían muy pro para mi 😏. Subimos una cuesta bien dura, que fue una especie de calentamiento y luego nos fuimos por un filo muy bello hacia el Este del volcán, justo cuando amanecía. Una caída justo ante del 2º pas, me hizo ver el terreno bien de cerca hehehe. Los próximos 15 kilómetros fueron quizás los mejores, trotando entre araucarias, en una mañana cálida, pasando por vestigios una antigua explosión del volcán y entre medio del Lonquimay y el Tolhuaca. En ritmo iba super bien, no muy cansado, pero siempre guardando mis energías.

Ya en el 3º pas, a eso de las 9 am y en el km 22, comenzaba el calor y se venía un tramo de bajada y plano muy buenos. Fue el momento en donde me saqué la polera y comencé a trotar tomando sol (mala decisión porque aún estoy rojeando). Se suponía que llegaba un pas en el kilómetro 32, pero finalmente estuvo en el 41, por lo que ese tramo se hizo muy largo. Suerte que habían muchos ríos. Punto bajo de la organización.

Después del km 45 empezó lo realmente bueno, ya las piernas no respondían lo mismo y se venía un tramo de subida sostenida por cerca de 20 kilómetros. Fue ahí cuando me día cuenta, que estaba bien, pero agotado muscularmente. Me encontré con otro corredor, con el cual después de unas conversas, decidimos llegar juntos a la meta e ir dándonos apoyo. Es algo que se da en estas carreras largas, no así en una marathon. Lastima que Cristobal iba algo lesionado, pero con una mente muy fuerte nunca se rendía. En los últimos 10 km pudo tomar un ibuprofeno y luego de unos minutos pudo trotar, incluso más que yo. Nos alimentamos bien en los 2 últimos pas que quedaban y luego de 11 horas llegamos a la meta. Obviamente llegamos trotando y con una sonrisa de oreja a oreja.

En resumen, ha sido mi mayor distancia, en un terreno que me acomoda mucho y donde me día cuenta que 11 horas no son nada. PERO falta mucho entrenamiento, muchos hacen más de 100 km semanales, por lo que la vara queda muy alta. Ya sé a lo que tengo que apuntar si quiero mejorar tiempos. La distancia está bien, más sería destruirme mucho.
El team en Corralco

Noche previa


Llegando a la meta!
Creo que escribiré más, pero hoy no quiero. Ha habido harta montaña este año, Perú, Volcanes, Roca, y los desafíos en Patagonia. La motivación se mantiene y eso es lo importante.



lunes, 18 de abril de 2016

Marzo de Rescatista

Un buen cumpleaños número 31, el 11 de marzo, dejo paso a una celebración escalando con los amigos en roca y luego una salida al volcán Osorno, parte de los entrenamientos e incursiones que hace un grupo de voluntarios del Cuerpo de Socorro Andino (CSA)de manera periódica al glaciar suroeste.

Comenzando la semana el 14 de marzo a las 8:00 am recibo unos mensaje sobre una escaladora en Cochamó que había tenido una caída en el sector del Anfiteatro. Según las primera información, 40 metros. Lo primero que pensé fue que no estaba viva, por lo tanto no era de urgencia salir. Al cabo de unos minutos, se actualiza la información y sí se encontraba viva. Rápidamente se forma un grupo del CSA que podría salir al sector. 

Dad esas extrañas casualidades, no había helicóptero de las fuerzas armadas disponible, todos en mantención. Gracias a que la escaladora de origen estadounidense tenía un seguro de accidentes, se pudo activar un helicóptero privado, coordinado por la Onemi. A eso de las 9:30 llega el helicóptero y el director del Onemi decide que tiene que ir el Samu junto a un socorrista. Únicamente por mi condición de escaladores, conocimiento del lugar y de la gente del sector, me tocó ir.

Salimos cerca de las 9:45 y a eso de las 10:00 estábamos en el camping de Cochamó. Nos reunimos con Daniel Seelinger, un escalador estadounidense del valle, para ponernos al día sobre la situación. Había un grupo de escaladores cuidando de la herida, pero debido a la baja nubosidad tuvimos que esperar para que el helicoptero saliera. Fueron momentos de coordinación entre todas los entes involucrados, escaladores locales, Samu, Gope, Socorro Andino y pilotos. Una larga espera, que se veía interrumpida cuando desde el sector del anfiteatro se comunicaba "el mono" para dar información sobre la escaladora. En caso de que no pudiese salir el helicoptero, el plan B era ir en modo infantería hasta el sector, lo que hubiese retrasado todo.

Coordinación
El accidente, según se registra en la ficha soap, ocurrió a eso de las 15:30, una caída de 5 ò 6 metros de altura, más unos 30 metros que resbaló por roca (casi los 40m, pero no en libre). Ya había pasado cerca de un día desde el accidente, estaba bien cuidada gracias a los conocimientos en primeros auxilios de los escaladores locales, pero su evacuación era urgente.
Ficha Soap
Recién a eso de las 13:00 hrs, el helicóptero puro despegar. No tardó mucho en volver con la accidentada, el novio alemán y uno de los escaladores. Se le prestaron las primeras ayudas médicas, entre eso, me tocó hablar con ella, calmarla y también con el novio. Creo que estar en Chile no les daba mucha esperanza de una pronta respuesta. A eso de las 13:30 salieron rumbo a Puerto Montt.

Después de eso fui invitado junto al Gope a comer unas lentejas. Bajamos caminando desde el valle y llegué a casa cerca de las 9 pm. Un largo día, pero con la satisfacción de haber hecho un buen trabajo junto a todos los involucrados. Finalmente la escaladora se recuperó bien y no tenía heridas de gravedad.

Finalizando el mes, cómo parte de los entrenamientos del CSA, tuvimos un ejercicio conjunto con el destacamento aeronaval de Puerto Montt. Mantenerse al día en las maniobras para futuras operaciones es esencial para ambas instituciones.

Algunas fotos de los eventos relatados 

Atención médica de la accidentada

Evacuación a Puerto Montt
Vista desde el glaciar suroeste del Volcán Osorno

Glaciar Suroeste Volcán Osorno